"A cuarenta años de mi muerte, quiero, compañeros, que no me olviden.
Al pueblo de Chile, al pueblo de Latinoamérica: por favor, no me olviden.
Y ruego que no me olviden no para recordar mi nombre, no para recordar una fecha, no para honrar mi muerte. Les ruego que no me olviden para que nadie pueda desentenderse de la muerte, y de la muerte de la democracia que es peor que la muerte misma. La traición a un pueblo, la persecución por cuestiones políticas, el cese de las libertades, la muerte, la muerte.
Confío en el pueblo, la historia es vuestra."
Salvador Allende (Discurso póstumo, 2013.
O algo que se le ocurrió a la dueña del blog que el gran
Salvador diría si aun tuviera labios firmes para hablar.)