Si me costara dormir, diría que ella es la culpable.Una característica particular en mi es la ausencia total de celos. No tengo celos de mi viejo, de mis amigos, y ni siquiera -y acá empieza el problema- tengo celos de mi novio. De la persona que amo, y que ni muerta me gustaría perder. Pero no soy celosa.
No está por desequilibrarme nunca un "Amore, una amiga viene a casa a estudiar." de su parte, y tampoco un "Mechi, mirá que una amiga de Albano estaba en su casa cuando llegué" de mi mejor amiga sin que él me lo haya contado. "Se habrá olvidado" pienso, sin hacerme demasiado drama.
El tema es que no soy pelotuda, o soy lo suficientemente perceptiva como para poner un freno hasta en contra de mi voluntad cuando algo me viene doliendo en el pancreas. Y es así como llegó ella a mi vida.
Asumamos que se llama Fernanda. Que tiene una vida como cualquier otra y que está a punto de irrumpir en la mía como si tal cosa. Y está nomas. Porque no hace nada, existe. Y para mí no es una amenaza, no es una revelación o un dolor de cabeza. Es un mal presentimiento.
Como cuando estas en el colectivo y tenes la sensación de estar olvidandote de algo. Y cuando llegás te cerciorás de si tenés o no todo. A veces, solo queda en la sensación. Otras, termina en una puteada porque te diste cuenta de que no llevaste la calculadora al exámen de matemática.
Es como algo irremediable, como una marea que te arrastra a ese mal presagio inevitable, y que, una vez sumergida en él, lo único que te queda es remarla.
Lo bueno de esto es que, si ocurren, vos ya deberías tener algunas vagas estrategias para protegerte. Lo malo, ya lo dije, es que son inevitables.
La certeza que tengo es que esta mujercita es un Mal Presagio. Como todo Mal Presagio, existió antes de que existiera ella, pero ella fue la que le dio el cuerpo y la personalidad, el ruido y las nueces. Personalidad que, a decir verdad, me llama mucho la atención. Somos parecidas. Y me encanta. Me hubiera gustado conocerla en persona, saber que perfume usa, escuchar el timbre de su voz, el sonido de su risa, ver la profundidad de los hoyuelos de sus mejillas.
Pero ya va a haber oportunidad, ¿no? Es que ella piensa quedarse mucho tiempo mas en mi vida, antes de convertirse en alguien, y dejar de ser ese mal presagio que desde ahora no me deja dormir.