¿A mí me venís a hablar de amor?
¿Justamente a mí que tenía absolutamente todo lo que se puede pedir?
Me venís a decir que el amor es así, que hay que probar otras cosas, que hay que salir a ver que depara el destino, venís con tu cantinela de que en la vida nadie es indispensable, todo el mundo es reemplazable, todo tiene solución.
Dejame decirte que te estás equivocando. Cada uno de nosotros tiene una flecha que indica directamente el corazón de otra persona. Y cuando esa persona está cerca lo sentimos.
¿Qué me venís a hablar de amor? Ahora, que te quedás callada porque sabés que tengo razón.
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Dale, hablame, me vas a hacer muy feliz.