domingo, 21 de marzo de 2010

Cien.

¿Y si el amor busca ser simplemente una valvula de escape?

El unico que puede calmar mi ansiedad,
hace noches no ha venido,
en el mundo el unico que con solo mirarme
puede descifrar lo sentido.
Y ahora estás tan lejos, y tan distante,
y las sombras se apoderan de tu aire.
Y ahora que te necesito y tenes la excusa perfecta,
que no estuve con vos, que estuve mas de la cuenta...

y si amanece por fin, y si los hombres lo niegan,
y si algun dios no existe y si el amor no existiera
y la necesidad fuera motivo de este pedido,
desesperada estaría queriéndote aca conmigo,
y si el sueño ya no vuelve, y si de esta noche el filo
me corta los pensamientos, me los desangra, te pido,
dulce y violentamente, que arrulles el sueño mio,
que en tus brazos me dejes dormir y acunar este delirio,

porque a la historia escrita en nuestra piel y no en los libros
cuesta bastante cambiarla, o actuarla como es preciso,
porque ambos tenemos un rol, y ambos hemos decidido
dejarlo alimentando las llamas del viejo olvido.

Pero nos cuesta olvidar, que la memoria es testigo
de tan absurda demencia, de torcer nuestro destino,
porque la tierra sabe y hasta aquí nos ha traído.

Quiero tenerte en mi sueño, quiero que quedes dormido
arrullando con aliento de tu boca los labios mios,
que se fundan esta noche tu desdén y mi delirio,
tu debilidad y mi fuerza, lo profano y lo divino,
y aquellos pequeños roces que juzgábamos prohibidos.

Que la ansiedad que sufro o bien la padezcas conmigo
o me beses esta noche como si un campo de trigo
se deplegara ante nos, con el cielo azul herido
por una mancha violeta que sea lo que hemos perdido
para llegar a esta noche, a la noche en que el destino
juegue su carta mas alta,
tire el As, y cante bingo.

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