lunes, 11 de mayo de 2009

De viejos amantes que crecen, que dudan y esperan su turno mientras anochece y el mundo se enferma.


Te digo la verdad por acá porque sé que no la vas a leer. Sí, quiero mirar la pelicula con vos, abrazada vos, y que en mitad de una escena innecesaria me tomes del menton, ya que ya me tenes abrazada por la cintura y ¡A la mierda la pelicula! Y me des el beso mas tierno y apasionado que te salga, ese que hace años tenes guardado solo para mi. Y olvidarme de los anillos y de los años, y de las mentiras y de las promesas, de las exigencias y los desconsuelos.

Quiero esa noche ser solo tuya, entregarte mi alma en un beso, pero solo en un beso... Un beso que signifique todo: la espera, las ansias, la serenidad de tu semblante, la desesperacion de tus labios, la calidez de tus ojos, el amor que se desprende del aroma de tu piel...

Quiero sentirlo todo, como siempre lo senti, pero mas intenso que nunca. Tus manos qe acarician mi cintura y el hueco qe se forma en la mitad de tu esplada, que tanto me gusta recorrer con la yema de los dedos, tu voz hablandome al oido en esas pequeñas pausas pautadas que haces antes de seguir besandome el cuello hasta la clavicula.

Mientras el ruido del televisor aun resuena en nuestros oidos, diciendonos que la vida es una pesadilla, pero que nosotros hemos sido tan felices, que el mundo se derrumba y gira, y pedimos disculpas por vivir...

Respiramos hondo, justo cuando Daniel besa a Carola. Llegaron tarde, pienso.
Y vos pensas que que bueno seria imitarlos, e incitas a mi boca a otro de tus besos irresistibles.

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