miércoles, 20 de mayo de 2009

Supongamos que es cierto, aunque no me quieras creer.



No te extraño, te pretendo lejos, lejos de mi vida.


Son dos frases que repito a mí misma una y otra vez cada vez que tengo ganas de llamarte como si fuera un suerte de hechizo contra vos.

Y recargo mi revolver con balas de plata en contra de tu nombre, tus ojos, tu sonrisa. Un collar de ajos para exorcisarme de tu casa, tu ropa y tu teléfono que a veces todavía marco por error.


Mi hermana a veces se justifica por los mensajes del facebook. Ya fué, ya fué.

4 comentarios:

  1. cuando uno necesita reafirmar mucho algo, es que no está muy convencido de lo que piensa..

    ResponderEliminar
  2. mmm..interesante comentario el de arriba. Creo que es cierto, cuanto más uno se empecina en olvidar algo es cuando más lo termina recordando.
    Lo mejor es olvidar sin intentar hacerlo...
    Ahora el cómo se logra eso es tarea para otro día jajajaja...
    saludos!

    ResponderEliminar
  3. Iluso: a eso quería llegar, no creo qe se olvide solo por la voluntad de hacerlo.

    Ju is Sam: Espero tu sugerencia para aprender a olvidar :)

    ResponderEliminar
  4. el olvido creo que es algo ajeno a nosotros , que se genera por nuevos lazos o cualquier otra cosa, pero que no dominamos a piaccere...

    ResponderEliminar

Dale, hablame, me vas a hacer muy feliz.

Hacete fan :)